DE ATRÁS HACIA DELANTE Y DE DENTRO HACIA FUERA
En este artículo no me extenderé excesivamente ni saturaré a los lectores con demasiados datos históricos, simplemente explicaré, de forma breve, el recorrido de estas enfermedades a lo largo de los siglos y como ha llegado a convertirse en una epidemia en la actualidad. Por otro lado, trataré de desmentir ciertas "verdades absolutas" que los medios de comunicación dan como explicación a este tipo de trastornos.
· Primera parte: de atrás hacia delante
Empezaré con una cita datada de 1694:
“En toda mi práctica no recuerdo haber visto tal grado de consunción (delgadez extrema), similar a un esqueleto sólo recubierto de piel. Sin embargo no tenia fiebre sino una frialdad en todo el cuerpo…”
Descripción clínica del doctor Richard Morton del caso de una paciente anoréxica.
Los trastornos en la conducta alimentaria han existido en todas las épocas, dependiendo, eso sí, del tipo de sociedad en la que nos centremos.
Hasta la llegada del Imperio Romano, las diosas solían ser obesas, como símbolo de fecundidad, y la grasa se consideraba como un medio de protección y supervivencia de la especie, desde el paleolítico a fenicios y griegos.
Los romanos, tras los grandes banquetes disfrutados por las clases acomodadas, se provocaban el vómito.
Aurelianus (SV d. C.) definió al “hambre mórbida” como “un apetito feroz con deglución en ausencia de masticación y vomito autoprovocado”. Estas personas (no enfermos, pues era lo habitual, lo normal, era la norma. Hoy no se les dice a los fumadores enfermos "enganchados", pero se les podría considerar) presentaban grandes glándulas parótidas y caries a causa de los vómitos. La bulimia, palabra que viene del griego y quiere decir “hambre de buey”, fue bastante normal en aquella época, en la que se rendía culto a la buena comida y a dioses voluminosos. ¿Por qué vomitaban? Simplemente para poder seguir comiendo.
Todo esto cambio con la llegada del cristianismo, derrumbando todo lo anterior (cultos, templos, dioses) pasándose de este tipo de dioses, a diablos gordos y Cristos flacos, convirtiendo así la gula en uno de los siete pecados capitales.
La iglesia incitaba a las jóvenes a ayunar como medio de purificación, convirtiéndose en una penitencia para llegar al estado de máxima espiritualidad. Era la época del culto a las Santas anoréxicas.
La posibilidad de que el demonio pudiera poseer a las mujeres bajo la apariencia de una falsa santa, hizo que la Inquisición quemara en la hoguera a las "brujas anoréxicas".
También el hecho de que muchas chicas jóvenes fueran casadas con hombres mayores, bajo pactos de los padres para acceder a una categoría social superior, hizo que muchas dejaran de alimentarse (ya que en las clases altas la belleza y la gordura estaban relacionadas) para eliminar todo resquicio de feminidad o por la llamada de Dios, siendo convertidas en muchos casos en Santas. Como ejemplo Santa Wigelfortis, joven mártir portuguesa hija del Rey, que en el año 800 d.C. rechazaba los alimentos y ayunaba, vomitando si la obligaban a comer, por seguir la llamada de Dios y antes de que la casaran y perder su voto de castidad, haciendo que el matrimonio concertado por su padre se rompiera, enfadándole tanto que llego a crucificarla, convirtiéndose en heroína de todas las chicas jóvenes que no querían casarse y querían apartarse de la apetencia sexual masculina.
Llego un momento, la época de Catalina se Siena (1347-1380) quien, a parte de ayunar, tomaba hierbas para purgarse y utilizaba alguna paja para provocarse el vomito tras darse ciertos atracones. Se puede describir como la era de las santas anoréxicas, llegando la preocupación hasta sus confesores, pudiendo contabilizarse 260 beatas y santas que tomaban el ayuno para el perdón de sus pecados , sacrificando el alimento para librarse de sus cuerpos femeninos, relacionados con lo material y lo impuro, con todo lo relacionado al sexo.
Podríamos seguir esta cuestión, comentando el caso de varias personas, en su mayoría mujeres, como “Juana de Arco” que ayunaba antes de partir a luchar y que fue quemada por hereje, “Santa Teresa de Jesús”, famosa por sus éxtasis y levitaciones, “San Francisco de Asís”, que también se sometía a estrictos ayunos, “Santa Rosa de Lima” en el nuevo mundo y las llamadas “beatas iluminadas”, que pretendían seguir el ejemplo de dicha Santa y fueron perseguidas por la Inquisición.
El hecho de poder vivir sin “comer nada” era símbolo de posesión ¿divina o diabólica?, ¿Dónde poner el límite? No se sabia, pero la Inquisición se encargo de solucionarlo, quemando a aquellas mujeres esqueléticas que eran acusadas de brujas por la cultura popular, llegando a convertirse en un verdadero holocausto.
En el siglo XIX, la elegancia parisina estaba ligada a la delgadez, como ejemplo el libro de "La dama de las Camelias”.
Con la aparición de la histeria a finales del siglo XIX y principio de XX Freud catalogó la anorexia y la bulimia como síntomas de la histeria.
Como dato curioso, comentar que en una aldea francesa llamada Morzine, en el siglo XIX, cuando se había desterrado la idea de la posesión demoníaca, un grupo de chicas jóvenes de un colegio de monjas (a las que más tarde se agregaron más mujeres), coincidiendo con la marcha de los varones a otros lugares e impidiendo, por tanto, que ellas se marcharan o se pudieran casar, se negaban a comer y vomitaban si eran obligadas, insistiendo en que estaban endemoniadas y exigiendo un exorcismo, a lo que el párroco se negó, dejando paso la Iglesia a la medicina. Esta epidemia tardo 20 años en controlarse y fue denominado como el ultimo caso de “demonopatía”. Posteriormente se catalogó como un caso de histeria colectiva provocada por la ignorancia y supersticiones populares.
Información extraída de “Santa Anorexia” y “el País de nuncacomer”. De Silvia Fendrik.
· Segunda parte: de dentro hacia fuera.
Esta segunda parte, más personal, contiene datos extraídos de mi propia experiencia y del conocimiento de otros casos.
Entramos ya en el presente. Aunque los casos de hombres con síntomas que se asocian a trastornos de la conducta alimentaria no han sido tan estudiados, en general el porcentaje de mujeres que padecen estos trastornos es bastante mayor, aunque cada vez más chicos manifiestan un grupo de enfermedades relacionadas con la autopercepción corporal y trastornos del comportamiento alimentario. Hay muchos casos de chicos anoréxicos, que no han sido diagnosticados así por el simple hecho de ser hombres.
Quizás esto se deba al hecho de que la mujer haya sido y es educada, desde tiempos inmemoriales y en casi todas las culturas, para agradar, para ser como debe ser, reprimiendo sus propios sentimientos y siendo un ser sumiso. En contraposición, al hombre se le ha dado una posición privilegiada frente a ella, y los valores en los que ha sido educado es de poseedor, de ciudadano en toda regla, el que lleva el dinero a casa y al que hay que obedecer y servir, etc.
Esta situación está cambiando de manera vertiginosa, y quizás no de la manera adecuada. Estamos llegando a una “total igualdad” ficticia o teórica, pero no práctica, no cotidiana, por medio de la manipulación, ahora también de ellos.
Como hemos expuesto en la primera parte esta enfermedad no es nueva, que no tuviera un nombre específico no quiere decir que no existiera, aunque eso parece que se ha olvidado.
Los medios de comunicación transmiten una idea equivocada del problema, de fuera hacia dentro, es decir, tenemos estos trastornos porque queremos parecernos a las modelos, adaptarnos a los estereotipos que la sociedad nos presenta, y no es así, el problema parte de dentro.
No somos críos caprichosos de clase alta, sin ningún tipo de problema, aburridos, que queremos ir acorde con la moda o llamar la atención, por mucho que nos quieran encasillar ahí, habiendo médicos que incluso niegan que se trate de una enfermedad. Es un problema de percepción, ligado a la represión, a los cambios, al estrés, a no saber como expresar nuestros sentimientos, a la necesidad de agradar siempre, a no aceptar nuestro cuerpo (al menos el 50% de los caos tienen antecedentes de abusos sexuales), a hacernos culpables de todo lo que pasa en el mundo, a nuestras frustraciones, a la forma de enfrentar los problemas, siendo nuestro cuerpo lo único que podemos “controlar”.
Nos vemos mal, porque nos sentimos mal por dentro. Esto hace que nos auto castiguemos, nos autodestruyamos, hay un chip en nuestra cabeza que hace que saltemos por ahí, como quizás el drogadicto o el alcohólico, como mecanismo de defensa, a veces sólo para llamar la atención, pero llamarla de esta manera es también un problema.
Nos volvemos egoístas, egocéntricas, manipuladoras, mentirosas, lo que nos hace sentirnos aun peor, y seguimos castigándonos más y más, siendo imposible salir de esta espiral.
Lo peor de todo es que no se diagnostica hasta que ya es crónico, cuando hay un grado de desnutrición alarmante o nos cogen (o hacemos que nos cojan) purgándonos, para que descubran los restos de lo que hemos hecho, porque es la única forma de expresar un ¡¡¡¡ POR FAVOR, ESTOY MAL. NECESITO AYUDA!!!!
El hecho de que se este convirtiendo en una epidemia, puede ser como imitación (como en el caso de las beatas o las religiosas que pretendían llegar a santas), por una conducta alimentaria mal aprendida, por la facilidad que desde las nuevas tecnologías han hecho que una mente enferma (supuestamente anoréxica) convierta a la anorexia y a la bulimia (ana y mia) en una religión, con un credo, con formas de identificarse y reconocerse, con un día especial, y que haya proporcionado trucos a chicas, que muchas no caerán, pero a otras les hará saltar el chip de su cabeza… y se autodestruirán.
No queremos ser modelos, pero el estereotipo impuesto desde una sociedad, cuyo único valor es el del dinero y el lucro, hace que sea más complicado salir y más fácil conseguir pastillas adelgazantes y otros productos. Estamos saturados de información que se contradice, y la información mal utilizada nos puede llevar a estar en situaciones críticas.
Nadie ve extraño que se haga una dieta estricta o un ayuno antes de una boda o de que llegue el verano, ni que se conviertan en best seller los libros de dietas, o libros con los trucos de los famosos para mantenerse jóvenes y delgados.
El hecho de adelgazar se halaga, el hecho de engordar se atribuye a vagancia y se le ridiculiza en series y películas, igual que se banaliza en determinadas comedias americanas con los trastornos de alimentación, convirtiéndonos de nuevo en niñatas/os caprichosas/os.
Hasta que los médicos, o más bien los políticos y la población, no se den cuenta de lo que está pasando en realidad y que la manera de solucionarlo no es engordándonos a la fuerza, sedándonos y luego echándonos a la calle, seguirán habiendo más y más casos y desgraciadamente se irán cronificando.
La lucha está en nosotras y nosotros,pero el camino es largo y hay que seguir para delante. Fuerza para todas y todos.
Rosa.
En este artículo no me extenderé excesivamente ni saturaré a los lectores con demasiados datos históricos, simplemente explicaré, de forma breve, el recorrido de estas enfermedades a lo largo de los siglos y como ha llegado a convertirse en una epidemia en la actualidad. Por otro lado, trataré de desmentir ciertas "verdades absolutas" que los medios de comunicación dan como explicación a este tipo de trastornos.
· Primera parte: de atrás hacia delante
Empezaré con una cita datada de 1694:
“En toda mi práctica no recuerdo haber visto tal grado de consunción (delgadez extrema), similar a un esqueleto sólo recubierto de piel. Sin embargo no tenia fiebre sino una frialdad en todo el cuerpo…”
Descripción clínica del doctor Richard Morton del caso de una paciente anoréxica.
Los trastornos en la conducta alimentaria han existido en todas las épocas, dependiendo, eso sí, del tipo de sociedad en la que nos centremos.
Hasta la llegada del Imperio Romano, las diosas solían ser obesas, como símbolo de fecundidad, y la grasa se consideraba como un medio de protección y supervivencia de la especie, desde el paleolítico a fenicios y griegos.
Los romanos, tras los grandes banquetes disfrutados por las clases acomodadas, se provocaban el vómito.
Aurelianus (SV d. C.) definió al “hambre mórbida” como “un apetito feroz con deglución en ausencia de masticación y vomito autoprovocado”. Estas personas (no enfermos, pues era lo habitual, lo normal, era la norma. Hoy no se les dice a los fumadores enfermos "enganchados", pero se les podría considerar) presentaban grandes glándulas parótidas y caries a causa de los vómitos. La bulimia, palabra que viene del griego y quiere decir “hambre de buey”, fue bastante normal en aquella época, en la que se rendía culto a la buena comida y a dioses voluminosos. ¿Por qué vomitaban? Simplemente para poder seguir comiendo.
Todo esto cambio con la llegada del cristianismo, derrumbando todo lo anterior (cultos, templos, dioses) pasándose de este tipo de dioses, a diablos gordos y Cristos flacos, convirtiendo así la gula en uno de los siete pecados capitales.
La iglesia incitaba a las jóvenes a ayunar como medio de purificación, convirtiéndose en una penitencia para llegar al estado de máxima espiritualidad. Era la época del culto a las Santas anoréxicas.
La posibilidad de que el demonio pudiera poseer a las mujeres bajo la apariencia de una falsa santa, hizo que la Inquisición quemara en la hoguera a las "brujas anoréxicas".
También el hecho de que muchas chicas jóvenes fueran casadas con hombres mayores, bajo pactos de los padres para acceder a una categoría social superior, hizo que muchas dejaran de alimentarse (ya que en las clases altas la belleza y la gordura estaban relacionadas) para eliminar todo resquicio de feminidad o por la llamada de Dios, siendo convertidas en muchos casos en Santas. Como ejemplo Santa Wigelfortis, joven mártir portuguesa hija del Rey, que en el año 800 d.C. rechazaba los alimentos y ayunaba, vomitando si la obligaban a comer, por seguir la llamada de Dios y antes de que la casaran y perder su voto de castidad, haciendo que el matrimonio concertado por su padre se rompiera, enfadándole tanto que llego a crucificarla, convirtiéndose en heroína de todas las chicas jóvenes que no querían casarse y querían apartarse de la apetencia sexual masculina.
Llego un momento, la época de Catalina se Siena (1347-1380) quien, a parte de ayunar, tomaba hierbas para purgarse y utilizaba alguna paja para provocarse el vomito tras darse ciertos atracones. Se puede describir como la era de las santas anoréxicas, llegando la preocupación hasta sus confesores, pudiendo contabilizarse 260 beatas y santas que tomaban el ayuno para el perdón de sus pecados , sacrificando el alimento para librarse de sus cuerpos femeninos, relacionados con lo material y lo impuro, con todo lo relacionado al sexo.
Podríamos seguir esta cuestión, comentando el caso de varias personas, en su mayoría mujeres, como “Juana de Arco” que ayunaba antes de partir a luchar y que fue quemada por hereje, “Santa Teresa de Jesús”, famosa por sus éxtasis y levitaciones, “San Francisco de Asís”, que también se sometía a estrictos ayunos, “Santa Rosa de Lima” en el nuevo mundo y las llamadas “beatas iluminadas”, que pretendían seguir el ejemplo de dicha Santa y fueron perseguidas por la Inquisición.
El hecho de poder vivir sin “comer nada” era símbolo de posesión ¿divina o diabólica?, ¿Dónde poner el límite? No se sabia, pero la Inquisición se encargo de solucionarlo, quemando a aquellas mujeres esqueléticas que eran acusadas de brujas por la cultura popular, llegando a convertirse en un verdadero holocausto.
En el siglo XIX, la elegancia parisina estaba ligada a la delgadez, como ejemplo el libro de "La dama de las Camelias”.
Con la aparición de la histeria a finales del siglo XIX y principio de XX Freud catalogó la anorexia y la bulimia como síntomas de la histeria.
Como dato curioso, comentar que en una aldea francesa llamada Morzine, en el siglo XIX, cuando se había desterrado la idea de la posesión demoníaca, un grupo de chicas jóvenes de un colegio de monjas (a las que más tarde se agregaron más mujeres), coincidiendo con la marcha de los varones a otros lugares e impidiendo, por tanto, que ellas se marcharan o se pudieran casar, se negaban a comer y vomitaban si eran obligadas, insistiendo en que estaban endemoniadas y exigiendo un exorcismo, a lo que el párroco se negó, dejando paso la Iglesia a la medicina. Esta epidemia tardo 20 años en controlarse y fue denominado como el ultimo caso de “demonopatía”. Posteriormente se catalogó como un caso de histeria colectiva provocada por la ignorancia y supersticiones populares.
Información extraída de “Santa Anorexia” y “el País de nuncacomer”. De Silvia Fendrik.
· Segunda parte: de dentro hacia fuera.
Esta segunda parte, más personal, contiene datos extraídos de mi propia experiencia y del conocimiento de otros casos.
Entramos ya en el presente. Aunque los casos de hombres con síntomas que se asocian a trastornos de la conducta alimentaria no han sido tan estudiados, en general el porcentaje de mujeres que padecen estos trastornos es bastante mayor, aunque cada vez más chicos manifiestan un grupo de enfermedades relacionadas con la autopercepción corporal y trastornos del comportamiento alimentario. Hay muchos casos de chicos anoréxicos, que no han sido diagnosticados así por el simple hecho de ser hombres.
Quizás esto se deba al hecho de que la mujer haya sido y es educada, desde tiempos inmemoriales y en casi todas las culturas, para agradar, para ser como debe ser, reprimiendo sus propios sentimientos y siendo un ser sumiso. En contraposición, al hombre se le ha dado una posición privilegiada frente a ella, y los valores en los que ha sido educado es de poseedor, de ciudadano en toda regla, el que lleva el dinero a casa y al que hay que obedecer y servir, etc.
Esta situación está cambiando de manera vertiginosa, y quizás no de la manera adecuada. Estamos llegando a una “total igualdad” ficticia o teórica, pero no práctica, no cotidiana, por medio de la manipulación, ahora también de ellos.
Como hemos expuesto en la primera parte esta enfermedad no es nueva, que no tuviera un nombre específico no quiere decir que no existiera, aunque eso parece que se ha olvidado.
Los medios de comunicación transmiten una idea equivocada del problema, de fuera hacia dentro, es decir, tenemos estos trastornos porque queremos parecernos a las modelos, adaptarnos a los estereotipos que la sociedad nos presenta, y no es así, el problema parte de dentro.
No somos críos caprichosos de clase alta, sin ningún tipo de problema, aburridos, que queremos ir acorde con la moda o llamar la atención, por mucho que nos quieran encasillar ahí, habiendo médicos que incluso niegan que se trate de una enfermedad. Es un problema de percepción, ligado a la represión, a los cambios, al estrés, a no saber como expresar nuestros sentimientos, a la necesidad de agradar siempre, a no aceptar nuestro cuerpo (al menos el 50% de los caos tienen antecedentes de abusos sexuales), a hacernos culpables de todo lo que pasa en el mundo, a nuestras frustraciones, a la forma de enfrentar los problemas, siendo nuestro cuerpo lo único que podemos “controlar”.
Nos vemos mal, porque nos sentimos mal por dentro. Esto hace que nos auto castiguemos, nos autodestruyamos, hay un chip en nuestra cabeza que hace que saltemos por ahí, como quizás el drogadicto o el alcohólico, como mecanismo de defensa, a veces sólo para llamar la atención, pero llamarla de esta manera es también un problema.
Nos volvemos egoístas, egocéntricas, manipuladoras, mentirosas, lo que nos hace sentirnos aun peor, y seguimos castigándonos más y más, siendo imposible salir de esta espiral.
Lo peor de todo es que no se diagnostica hasta que ya es crónico, cuando hay un grado de desnutrición alarmante o nos cogen (o hacemos que nos cojan) purgándonos, para que descubran los restos de lo que hemos hecho, porque es la única forma de expresar un ¡¡¡¡ POR FAVOR, ESTOY MAL. NECESITO AYUDA!!!!
El hecho de que se este convirtiendo en una epidemia, puede ser como imitación (como en el caso de las beatas o las religiosas que pretendían llegar a santas), por una conducta alimentaria mal aprendida, por la facilidad que desde las nuevas tecnologías han hecho que una mente enferma (supuestamente anoréxica) convierta a la anorexia y a la bulimia (ana y mia) en una religión, con un credo, con formas de identificarse y reconocerse, con un día especial, y que haya proporcionado trucos a chicas, que muchas no caerán, pero a otras les hará saltar el chip de su cabeza… y se autodestruirán.
No queremos ser modelos, pero el estereotipo impuesto desde una sociedad, cuyo único valor es el del dinero y el lucro, hace que sea más complicado salir y más fácil conseguir pastillas adelgazantes y otros productos. Estamos saturados de información que se contradice, y la información mal utilizada nos puede llevar a estar en situaciones críticas.
Nadie ve extraño que se haga una dieta estricta o un ayuno antes de una boda o de que llegue el verano, ni que se conviertan en best seller los libros de dietas, o libros con los trucos de los famosos para mantenerse jóvenes y delgados.
El hecho de adelgazar se halaga, el hecho de engordar se atribuye a vagancia y se le ridiculiza en series y películas, igual que se banaliza en determinadas comedias americanas con los trastornos de alimentación, convirtiéndonos de nuevo en niñatas/os caprichosas/os.
Hasta que los médicos, o más bien los políticos y la población, no se den cuenta de lo que está pasando en realidad y que la manera de solucionarlo no es engordándonos a la fuerza, sedándonos y luego echándonos a la calle, seguirán habiendo más y más casos y desgraciadamente se irán cronificando.
La lucha está en nosotras y nosotros,pero el camino es largo y hay que seguir para delante. Fuerza para todas y todos.
Rosa.
2 comentarios:
HOLA:
BUENO EL ARTICULO ES MUY INTERESANTE SABER DE LOS DATOS SE PODRIA DECIR HISTORICOS .... PERO ME GUSTARIA SABER UN POCO MÁS DE ASPECTOS PSICOLOGICOS!!!
por fin lee alguien algo del blog...a ver,caracteristicas psicologicas...es mu dificil de definir hay muchos subtipos de anorexia creo que 8 y 4 de bulimia. Generalizando podria decirse que podemos perfeccionistas de manera obsesiva y pasar de repente al caos absoluto. No se si eres paciente o tienes un familiar, si es el segundo caso te recomendaria el libro "imagen de una sociedad eneferma" de Ignacio Jauregui, ahi habla sobre la parte psicologica, muchas veces relacionados con otro tipo de problemas o traumas 8se estima que hay alredeor de un 50% depacientes que han recibido abusos sexuales, aunque no es algo totalmente claro, puede haber cualquier otro tipo de trauma desencadenante de la enfermedad, principalmente depresión por varios motivos) psiquiatricos, a vecs causa, a veces consecuencia, a veces del paciente a veces de la famillia, y que te pongas en contacto con la pagina de ADAB, quizas te puedan ayudar más. Gracias por leernos. ah y dejar claro, se trata de una enfermedad mental, capaz de matar no es un capricho, se ha expresado de esa manera un tipo de problema interno al igual que se podria haber expresado a traves de drogas o alcohol 8 a veces tambien relacionados con un transtorno alimentario).
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